Una enorme cantidad de artefactos construidos por el hombre, con el envío de todos los posibles tipos de radiación aumenta los riesgos que tienen nuestra salud afectada de forma irreparable. ¿Cómo saber lo que es peligroso y que, no es así? Cómo protegerse contra todo lo que viene en el futuro?
Varias veces nos advirtieron nuestros lectores acerca de los peligros de los
diversos tipos de radiación y campos eléctricos aún presente, amenazando a nuestra salud.
Hemos hablado de los campos de baja frecuencia, la radiación del horno
microondas y, recientemente, el exceso de luz azul en la iluminación LED y
otras fuentes presentes en el hogar y en las grandes ciudades. ¿Lo que puede venir todavía?
El tema del momento en términos de tecnología es la IoT (Internet of Things o Internet de las cosas).
Ahora la conexión a Internet de los objetos cotidianos y vertibles (Wearables) implica la conexión inalámbrica y la conexión inalámbrica implica en RF o radiación electromagnética.
Ya estamos prediciendo una ola de mensaje alarmistas en internet con la advertencia del peligro de tal o cual tipo de equipo, como ocurre hoy en día en relación a los teléfonos celulares, controles remotos de televisión y muchos otros.
Por desgracia, la posibilidad de enviar cualquiera cosa no probada por internet y especialmente la falta de discreción en el examen por quienes pasan sobre estos rumores, hacen falsas ideas acerca de los peligros de difusión de la tecnología.
Por supuesto es que hay las ciertas y de ellos es que vamos a tratar en este artículo.
En primer lugar la intensidad de las señales que los objetos portátiles y conexión a Internet inalámbrica, incluyendo su teléfono celular cuando se utiliza el WiFi o Bluetooth, es muy pequeña.
Son milésimas de un watt en una banda de frecuencias que no han demostrado peligro para nuestro cuerpo.
Es mucho menos de lo que irradia una bombilla ordinaria, incluso en los LED en longitudes de onda visibles e incluso el campo magnético de una afeitadora actuando directamente en la cara.
La propia instalación eléctrica de la casa funciona como una antena a radiar señales de muy baja intensidad a una frecuencia muchas veces mayor que un objeto inteligente portátil o un teléfono móvil.
Se puede argumentar que la proximidad de estos objetos causar algún daño,
pero todavía tiene que ser objeto de un estudio prolongado.
Muchas tecnologías o descubrimientos científicos a veces traen deducciones de beneficios alarmantes o incluso en lugar pregonan que en realidad no existir.
Podemos citar el caso de la radiactividad, cuando el descubrimiento mostró que ella esto causó la muerte de los microbios y pronto proclamó que era "bueno para la salud" para matar a los microorganismos responsables de enfermedades, no teniendo también tenga en cuenta que era perjudicial para las personas.
Una fiebre de "jarabes" de uranio vendidos por personas en los Estados Unidos debe haber causado la muerte de muchas personas, antes de que se hiciera la alerta.
Todo debe ser examinada con cautela. Vivimos en un mundo impregnado de diversos tipos de radiación. Los campos de baja frecuencia producidos por líneas de transmisión energía, incluso dentro de nuestros hogares, la radiación de microondas hornos (muy intensa cuando el escape), móvil y de Internet de las cosas (IoT), todo depende de la intensidad.
La luz en sí es contaminante cuando se usa incorrectamente, así como las radiaciones próximas (ultravioleta e infrarrojo).
Las cámaras de bronceado, por la intensidad de la radiación, luz azul de la iluminación nocturna ambiente excesiva e incluso el brillo excesivo de pantallas de vídeo, realidad virtual y por último tenemos el sonido que puede dañar irreversiblemente nuestros oídos.
Ya advirtió en un artículo los riesgos de oír el sonido ruidoso. Los auriculares utilizados para escuchar música desde distintas aplicaciones pueden estar poniendo en peligro su audición.
Alertas datos y las limitaciones de volumen de equipo no siempre resuelven y muchos pueden estar pasando más allá de los límites, para un punto en que la pérdida gradual de la audición no tiene regreso.