¿Puede la física cuántica explicar fenómenos paranormales e incluso nuestra conciencia? Algunos estudios interesantes muestran que en las neuronas existirían estructuras que parecen seguir patrones de interacción que escapan a las explicaciones convencionales y que aún no se explican muy bien. En este artículo se explica por qué puede existir una relación muy grande entre la física cuántica y algunos fenómenos paranormales.
Cuando Marconi realizó las primeras experiencias con la radio, él creía que sería posible utilizar este nuevo medio de comunicaciones para hacer contactos con los espíritus.
Con el tiempo y otros investigadores abrazando la idea, acabó con la aparición de una nueva ciencia denominada Transcomunicación Instrumental. En nuestro libro Electronics Projects from the Next Dimension, publicado en los Estados Unidos, abordamos la idea de proyectos de diversos dispositivos para intentar captar mensajes que estarían disponibles en determinados medios.
El uso de la resonancia estocástica, utilizando ruidos blancos y hoy ampliamente empleada en telecomunicaciones para realzar las comunicaciones de voz, dio origen a muchas investigaciones que comenzaron con la grabación de voces por Jungerson y Raudive.
Según estos investigadores, los ruidos blancos podrían ser utilizados para revelar sonidos y señales en nuestro ambiente que de otra forma serían imperceptibles por su baja intensidad.
Lo que es importante en todo esto es el hecho de que a medida que las nuevas tecnologías avanzan, el descubrimiento de nuevos medios de comunicación o nuevos niveles de estudios de nuestro universo, siempre llevan a los investigadores a pensar en algo más, partiendo eventualmente para la adopción de ideas que expliquen fenómenos paranormales.
Esto ocurrió con Marconi, Edson y luego con la física cuántica con físicos como Heisenberg y en Brasil con César Lates. Es un hecho muy común en estos medios, que alcanzando un nivel de conocimiento de la materia y del universo al extremo, los investigadores tienden a convertirse en místicos.
El propio Stephen Hawking, en algunos de sus testimonios, revela esta tendencia. Al llevar todo esto a la paranormalidad, vemos que la estructura de nuestro cerebro con sus 100 mil millones de neuronas no explica fenómenos muy complejos como aquello que denominamos conciencia.
Ahora, con las nuevas teorías que llevan al descubrimiento de las supercuerdas que serían estructuras que pueden existir en otras dimensiones que no percibimos en nuestro universo, nuevas luces están siendo lanzadas en las explicaciones de muchos fenómenos, aunque esto todavía está en una fase muy incipiente.
Las neuronas de nuestro cerebro son estructuras demasiado grandes para poder tener algún tipo de interacción cuántica, pero existen en ellos algunas estructuras que ahora se revelan, cuya función aún es desconocida y que son suficientemente pequeñas para revelar un cierto comportamiento cuántico.
La especulación principal que se hace es que tales estructuras podrían comunicar el funcionamiento de nuestro cerebro con otras dimensiones de vibraciones de las partículas elementales que las formas, y que tal vez, a diferencia de lo que podamos explicar, nuestra conciencia sería algo de nosotros que está parcialmente inmersa en una cuarta dimensión.
En el futuro nuevos descubrimientos de la nanotecnología e incluso dispositivos plasmónicos pueden llevar a la creación de circuitos electrónicos capaces de producir interacciones con estas estructuras llevando a una nueva escala de comunicaciones, quien sabe la clave para la creación de una inteligencia artificial que tenga un grado de conciencia que hoy sólo es posible en los seres humanos.
Todo son especulaciones que quedan por cuenta de los físicos de los próximos años explicar, concordar, desmentir o aún llevarnos la posibilidad de usarlo como un nuevo escalón de comunicación de nuestra mente.
2017