Este es uno de los muchos artículos sobre astronomía y astrofísica que he escrito en el pasado (*). Éste fue escrito el 24-8-1966 y fue publicado en un diario de la época. No tengo el periódico, pero recuperé el original que ahora tengo disponible. Se trata de un tema muy actual que, sin embargo, admite un enfoque más moderno.
Además del afán por conocer otros mundos, quizás sea también la posibilidad de encontrar minerales raros aquí en la tierra, lo que ha llevado al hombre a apresurarse a construir cohetes cada vez más perfeccionados.
Teóricamente, todas las estrellas existentes en el universo están formadas por los mismos elementos, pero las condiciones en que se formaron pueden cambiar perfectamente la forma en que se encuentran, y esto ocurre principalmente en estrellas más pequeñas, resultado de explosiones de estrellas en las que muchos elementos se han formado y no de esas estrellas todavía ricas sólo en los elementos primordiales.
La variedad de condiciones climáticas así como los tamaños alteran su constitución, creando una variedad muy grande de formas minerales.
Así, por ejemplo, el oxígeno gaseoso que se encuentra libre en nuestra atmósfera y en grandes cantidades, no existe libre y se encuentra principalmente en el suelo, en forma de óxidos.
Ciertos minerales raros que existen aquí y de gran valor práctico, podrían encontrarse libremente y en mayor cantidad en estrellas donde las condiciones locales favorecieron su presencia.
Silicio, magnesio y otros que están completamente combinados con oxígeno podrían obtenerse libremente en un asteroide, lo que sería de gran utilidad para futuros constructores de colonias en otros planetas.
Además de los minerales más comunes, también existe la posibilidad de la existencia de metales preciosos (**). En particular, llaman la atención los cuerpos del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter, que pueden tener las más diversas composiciones, conteniendo materiales raros en la Tierra, por ejemplo, diamantes que se habrían formado cuando explotó el planeta que los originó, creando presiones gigantescas.
De esta forma, pedazos del planeta, quizás formados por un núcleo de hierro-silicio, fueron lanzados al espacio, formando asteroides de estos metales, en forma masiva.
Oro, platino, paladio también podrían encontrarse en asteroides, así como gases que podrían quedar atrapados en cavidades internas. Se pueden encontrar gases como flúor, cloro y otros.
Otros elementos y materiales serían importantes para el hombre que pudiera contar con ellos en el espacio. Incluso se habla de un asteroide de hielo, o de elementos como el sodio o el uranio.
De todos modos, lo que más atrae a los investigadores son precisamente los materiales radiactivos que podrían encontrarse en estos asteroides, proporcionando así combustible para futuras colonias, además de agua, por supuesto.
(*) Cuando yo era muy joven, todavía no tenía completamente claro el camino profesional a seguir. Se equilibró entre la electrónica, la astronomía y la física. Aunque terminé teniendo mi actividad principal en la electrónica, las otras dos ciencias no fueron abandonadas por completo. Tanto es así que mantenemos esta sección de astronomía en nuestra web. Así, en los años 60 y 70 escribí muchos artículos sobre astronomía, publicados en el periódico de mi escuela, incluso en periódicos que ya he tratado en mi biografía. Tengo todos los originales de estos artículos que pongo a disposición en mi sitio web, tanto por su valor histórico como por la información que contienen, que siguen siendo válidos. Hice pequeños cambios en los textos cuando encontré algunos puntos que han cambiado desde entonces o conceptos que hoy se tratan de manera diferente.
(**) Al momento de recuperar este artículo en 2020, los medios hablan de un posible asteroide que sería prácticamente de oro, con millones de toneladas del metal. Quienes hablan de la “riqueza” que representa olvidan que el otro es valioso porque es raro. Si un asteroide "inunda" el mercado con el metal, el oro ya no tiene valor...