“Quiero reducir una tensión de 220 V a 110 V pero no quiero emplear un transformador, pues además de caro, necesito una potencia elevada (más de 100 W).”

 

Desgraciadamente, la mejor manera de reducir las altas tensiones alternas (110 V o 220 V) sigue siendo el transformador. Otros métodos existen, pero no siempre se aplican. Ellos son:

a) Utilizar una resistencia del mismo valor de la carga en serie. En este caso, sin embargo, el resistor va a disipar la misma energía que la carga y las pérdidas serán muy grandes, Además, este método sólo es válido si la carga es alimentada por una corriente constante. Ejemplo válido: un resistor en serie con una lámpara o un LED para potencias hasta un máximo de 5 o 10 W.

b) Un reductor capacitivo (ver nuestro artículo sobre fuentes sin transformador). Sin embargo, el transformador será tanto mayor cuanto mayor sea la corriente requerida por la carga. Este método sólo se aplica a las cadenas hasta un máximo de 200 mA.

c) Utilizar una fuente conmutada, pero en este caso, es necesario ver si la carga soporta este tipo de alimentación, con una frecuencia diferente de la usada en la red y con características que permitan usar formas de onda que no sean senoidales. Se aplica al caso en que se necesita reducir la tensión alterna de la red para una tensión continua menor, que puede ser rectificada en un transformador con núcleo de ferrita.

En resumen, para reducir altas tensiones alternas para tensiones alternas menores, la mejor solución aún es el transformador.

 

(*) Hoy contamos com fuentes llaveadas que mo necesitan de transformadores, mismo para potencias elevadas.

 

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