Como siempre ocurre, cuando una innovación científica aparece, muchos se aprovechan de la falta de conocimiento ajeno o aún, por no entender muy bien lo que ocurre acaban por hacer mal uso de la misma.
Esto ocurrió cuando el descubrimiento de la radioactividad por Madame Curie y Pierre Curie. Se notó en la ocasión que un pedazo de material radiactivo dejado cerca de colonias de bacterias en el laboratorio las llevaba a la muerte.
Pronto, fue suficiente para que se pregonaba que materiales radiactivos, como el uranio hacían "bien la salud", pues mataban a los microbios. En la época, aprovechadores "inventaron" un jarabe de uranio que salían vendiendo por todo el mundo como capaz de curar cualquier enfermedad.
No existe un estudio para saber cuántas personas murieron como consecuencia de la ingestión de una sustancia radiactiva, pues los efectos no son inmediatos, pero ciertamente debe haber habido un buen pico en el número de muertes por leucemia en la ocasión.
Hoy, a pesar de toda la tecnología e información que tenemos, un fenómeno similar aún ocurre cuando se intenta imponer a los menos informados los milagros de las curaciones y terapias "cuánticas".
En realidad, los que lo hacen, e incluso asistimos a una conferencia, no tienen ni idea de lo que realmente es la física cuántica e intentan "explicar" lo que incluso la ciencia oficial no ha logrado;
Intenta asociar ciertas curaciones a sustancias que tendrían "propiedades cuánticas" y con eso venden medicamentos, procesos e incluso equipos que podrían ser usados en terapias o mejorar la salud de todos.
La física cuántica explica fenómenos que ocurren en todo el universo, incluyendo materia y energía. Así, las propiedades cuánticas están en nosotros, sólo todavía no sabemos exactamente cómo funcionan.
Los descubrimientos han sido graduales como, por ejemplo, la posibilidad de que existen estructuras en nuestro cerebro capaces de hacer la computación cuántica, la posibilidad de transmitir información usando partículas entrelazadas y mucho más, pero de ahí partir para aplicaciones inmediatas en curas y terapias, estamos muy lejos todavía.
¡Cuidado con los aprovechadores!