En muchas de mis conferencias hablo del avance cada vez más rápido por el que pasa la tecnología. Antiguamente, un técnico o ingeniero que se formaba salía al mundo del trabajo sabiendo todo lo que necesitaba para el ejercicio de su profesión durante toda su vida. Muy poco de novedad necesita ser estudiado o absorbido a lo largo de su carrera.
Con el paso del tiempo, las novedades tecnológicas pasan a aparecer cada vez más rápidamente. En los años 80, por ejemplo, las novedades ya eran tan frecuentes que en pocos años, un ingeniero o técnico que no se actualizara quedaba obsoleto en un 50% o más. Un profesional que entrase en el mercado de trabajo, ya estaba en ventaja en un 50% en relación al formado poco tiempo antes.
Ya era necesario hacer de tiempos en tiempo curso para actualizarse, tomando con las nuevas tecnologías que llegaban en todo momento. Hoy la velocidad con que las tecnologías llegan es tan grande que la actualización tiene que ser constante.
Y, como en todo el proceso que tiene un crecimiento exponencial, caminamos hacia una disrupción, una tendencia al infinito. ¿Cómo el profesional va a reaccionar a eso?
Llegará el momento en que los avances tecnológicos serán tan rápidos que no tendremos más condiciones de acompañarlos. ¿Será que hasta la humanidad creará un proceso que permita el acompañamiento automático de la evolución de la tecnología?
¿Será posible que en este momento la humanidad, con científicos e ingenieros deje de poder trabajar con la tecnología dejándola para algún tipo de ayuda de la inteligencia artificial?
Creemos que en este punto al realizarse un proyecto el ingeniero ya no necesitará preocuparse por qué tecnología se utilizará, pues ciertamente el que él tante en mente en aquel instante ya ha sido superado. Al entrar en el procedimiento de proyecto, la propia AI (Inteligencia Artificial) se prepondrá en elegir la solución tecnológica de momento, sin que el proyectista se preocupe en conocerla.
En otras palabras, para los usuarios de tecnología será irrelevante saber cuál es la mejor en el momento, pues él no tendrá condiciones de saber cuál es, pues el cambio será constante. La tecnología a partir de cierto momento será en su evolución automática, sacando del profesional la necesidad de la actualización constante.