La idea de máquinas inteligentes que desafían la hegemonía de los humanos y hasta vengan a ocupar su lugar no es nuevo. Este texto fue tomado de un artículo escrito antes del año 2000, las computadoras no eran lo suficientemente poderosas para poder hablar en una inteligencia por software más avanzada. Hoy, sin embargo, los programas inteligentes parecen superar las dificultades encontradas para la implementación del hardware inteligente, lo que significa la posibilidad de que las neuronas virtuales o las redes neuronales virtuales sean una realidad, implementadas en la forma de programas que son capaces de aprender.
La lógica Fuzzy (Difusa) y otros recursos son la base de lo que hoy es una disciplina totalmente establecida, la Inteligencia Artificial. En nuestro libro "Robotics, Mechatronics and Artificial Intelligence" tenemos un capítulo dedicado al tema. Ver en "Publicaciones Internacionales" en el sitio del autor y en la bibliografía al final de este libro.
Para los científicos del pasado estaba todo resuelto: Sir Isaac Newton y otros creían que una vez que el hombre era capaz de ecuacionar cualquier sistema, vivo o inerte, bastaría tener los elementos correspondientes para poder hacer su reproducción. Así, una vez que teníamos las "ecuaciones" que describieran una flor, una piedra o un pájaro sería posible reproducir a cualquiera de ellos con perfección, hasta el punto de que es imposible distinguir lo "natural" del "artificial".
En la época había propuesto que las academias de ciencias, universidades y centros de investigación debían ser cerradas y los científicos e investigadores jubilados definitivamente porque no había nada más que descubrir. Puro engaño.
Cuando pensamos en la complejidad que el cerebro humano tiene, con sus miles de millones de unidades lógicas (neuronas), vemos que el hombre está muy lejos de conseguir una reproducción, por más simplificada que sea, de algo a que podamos atribuir una inteligencia. Esto quedó claro cuando las primeras máquinas de calcular fueron desarrolladas, revelando meros dispositivos mecánicos. El advenimiento de la computadora inicialmente traía una esperanza de que no estaría lejos el día en que las máquinas "pudieran pensar", y muchos creían en los años 50 que, antes del año 2 000, ya tendríamos verdaderas "máquinas pensantes" a nuestro servicio.
En realidad, cuando escribo este texto, recuperado de un artículo antiguo que escribí, vea que las cosas están realmente cambiando y eso quedará patente, mostrando que estamos más cerca de una máquina realmente pensante de lo que se imaginaba antes, gracias a los avances principalmente física cuántica.
Los investigadores, sin embargo, subestimaron la complejidad de nuestro cerebro y sobreestimaron la capacidad de las computadoras, e incluso ahora, a menos de cinco años del final del siglo, estamos muy lejos de tener "máquinas pensantes".
Esto no significa, sin embargo, que no exista una preocupación en el sentido de obtener máquinas que puedan aprender por la experiencia, tomar decisiones que no sean programadas y hasta reconocer sonidos, como el de la voz humana, o formas como la de la fisonomía, y se están consiguiendo algunos resultados bastante positivos. La propia evolución de las computadoras que usamos hoy en la mayoría de los lugares, y que son dispositivos basados ??puramente en lógica, dificulta la obtención de esos comportamientos, pero eso no significa que no se estén buscando soluciones y que algunas no estén hasta llevando a resultados muy interesantes.
Las implicaciones morales y éticas que la convivencia, en el futuro, con una máquina que razona y que hasta posea sentimientos, no forman parte de este artículo. Dejamos eso para que el propio lector piense y quien sabe hasta nos dé algunas opiniones sobre el asunto.
Tenemos que acostumbrarnos a eso y ya vemos en el presente. Ya existen los cobots y los chatbots de que trataremos más adelantados y hasta ya se ha formado una entidad cuya finalidad es cuidar de los "derechos humanos de los robots".