Un hecho importante que observamos en nuestro día a día es la dificultad tanto de la integración de las personas mayores con la tecnología como la creación de material tecnológico que las atienda. Todos envejecemos, y en nuestros días las "generaciones" tecnológicas están separadas por intervalos más pequeños. Antiguamente, una generación estaba separada de la otra los intervalos que correspondían aproximadamente a la edad de los hijos. Los padres pertenecían a una generación ya los hijos a otra.
En nuestros días eso cambió. Las generaciones tecnológicas están separadas por intervalos más pequeños. Podemos decir que unos 5 años ya diferencian a dos generaciones que usan tecnologías diferentes, que tienen intereses diferentes en aplicaciones, películas, y todo lo que rueda en el mundo virtual. Esta gran variación de intereses también está acompañada de una variación de la tecnología en uso, en la que sólo unos pocos años de separación ya llevan a las personas a usar equipos de tecnologías diferentes. Lo veo en los celulares en que una generación avanza rápidamente con cada tecnología que es lanzada y otras, que ya están un poco atrás se contentan lo que tienen y son reacias a cambiar.
Podemos decir que existe un "cansancio" tecnológico en que llega el momento en que las generaciones disminuyen su entusiasmo, pasando a contentarse con lo que siempre usaron, aumentando su reticencia a cambiar. Comparamos esto con un enjambre en el que la parte delantera avanza cada vez más rápidamente, mientras que las partes centrales van disminuyendo la velocidad y la parte trasera se vuelve mucho más lenta. El resultado es el estiramiento del enjambre, con una diferencia muy grande y la velocidad entre el frente y la parte posterior.
Lo observamos en nuestros días. El estiramiento del "enjambre tecnológico" en el que al lado de una frente que avanza rápidamente acompañando todas las innovaciones, tenemos una parte central más lenta que recusa en cambiar, que todavía mantiene hábitos de una tecnología anterior y la parte posterior avanza muy lentamente, sólo cuando no hay otra salida o aún no avanza. La tecnología de nuestros días necesita pensar un poco más en este hecho, no sólo creando innovaciones que atiendan la parte delantera del enjambre y que exijan una flexibilidad mucho mayor de los usuarios en adaptarse a cambios rápidos. Necesita también pensar en el resto del enjambre, creando productos que atiendan a las otras partes del enjambre.
Hablando con el amigo observamos el caso de las películas disponibles hoy, que atienden sólo a los más jóvenes que piensan en el futuro, no habiendo una producción que atenta al público más tradicional o incluso al público más antiguo. Las novelas de la televisión todavía lo hacen, de ahí la razón de su supervivencia.
La tecnología no sólo se ve en el futuro. Tal vez mirando el paso en algunas creaciones actuales, los lectores que deseen encontrar un mercado diferente, un nicho que todavía puede dar beneficios, puedan encontrar una excelente fuente de ingresos.