"Esta grabación se autodestruirá en 5 segundos". Con esta frase, las películas de la serie "Misión Imposible" de los años 60 y 70 se convirtieron en una leyenda, con el viejo grabador de cintas humeando después de pasar a los actores detalles de la misión que debían ejecutar.
En aquella época no había todavía circuitos integrados con la complejidad de hoy capaces de retener una gran cantidad de informaciones como pendrives, grabadoras digitales y otros tipos de memoria, pero la idea de circuitos podrían un día destruirse automáticamente para borrar su propio contenido y hasta si reparar en caso de necesidades ya existía.
En un artículo que publicamos en la época en una revista de electrónica llamada "Electrónica en Foco" hablamos de los circuitos "Autorreparadores" que podrían en caso de necesidad reparar sus partes y así no dejar de funcionar.
La idea fue incluso aprovechada en aplicaciones "con redundancia" en que el mal funcionamiento de un sector del circuito inmediatamente haría que fuera cancelado y otro sector asumiera su función.
Ahora con peligros como los que ocurren con el espionaje, robo de archivos y cosas similares a la posibilidad de que los medios digitales sean arrebatados llevando gran cantidad de información se vuelve una preocupación cada vez mayor.
Así, una empresa que fabrica chips anunció el lanzamiento de un chip que se autodestruye, bastando para ello enviar una señal de radio apropiada. Un sistema inalámbrico haría que los elementos de la memoria de este chip fueran inmediatamente quemados en caso de necesidad.
Creemos que el lanzamiento de chips para aplicaciones sensibles como equipos médicos y espaciales tengan en el futuro el recurso inverso que sería la posibilidad de autorrepararse.
Cosas imaginadas en el pasado y que ahora se hacen posibles con las tecnologías que van siendo creadas.