Cuerpo o satélite que está en una órbita cuyo período corresponde al tiempo de un giro de la tierra alrededor del eje mismo, es decir, un día. De esta manera, el cuerpo siempre se cierne sobre el mismo lugar, siguiendo el movimiento de rotación de la tierra. Los satélites de comunicaciones tienen órbitas geoestacionarias. En el caso de la Tierra, se obtiene una órbita geoestacionaria a una distancia de 36,000 kilómetros.