Las cargas eléctricas en movimiento son responsables de la aparición de un campo magnético. Este efecto fue originalmente descubierto por Oersted al verificar que una corriente eléctrica que recorría un hilo conductor era capaz de provocar la deflexión de una aguja imantada colocada cerca (figura 1).
De hecho, todo conductor al ser recorrido por una corriente, que consiste en un movimiento ordenado de cargas eléctricas, crea en su vuelta un campo magnético cuyas líneas de fuerza envuelven este mismo conductor como muestra la figura 2.
La intensidad de campo magnético creado en torno a un conductor depende de la intensidad de la corriente.
En el caso de las líneas de fuerza de este campo circunferencias concéntricas, la aguja de la brújula tendiendo a quedar paralela a estas líneas de fuerza acabará por orientarse según una posición perpendicular al hilo.
Para aumentar la intensidad del campo magnético creado por una corriente circulante en un hilo, podemos enrollarlo para formar una bobina o solenoide, como se muestra en la figura 3.
En este caso, la intensidad del campo será mayor en el interior de esta bobina y dependerá tanto de la intensidad de la corriente como de las dimensiones de esta bobina y de su número de espirales.
Para el solenoide indicado, el campo magnético en Oersted (Oe) se calcula mediante la siguiente fórmula, donde:
H = 1,257 x [ (I x n) / L ]
H es el campo en Oersted (Oe)
I es la intensidad de la corriente en Ampères
n es el número de espirales
L es la longitud del solenoide en cm.
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Campo magnético (21)
Ver también:
Corriente eléctrica (28)
Bobinas (26)